Más de treinta años corriendo y triunfando… en familia

“Dejábamos el coche cerca del pantano, hacíamos rutas y comíamos allí. Los domingos, los festivos… Siempre que podíamos”. A Felipe se le notaba un brillo especial en la mirada cuando recordaba aquellas mañanas de 1980. “Íbamos muy temprano, a las 7:30 horas, para poder aprovechar la mañana. Nos encantaba juntarnos y… nos sigue encantando.”

Él es Felipe Cano, el presidente del Club de Atletismo Quiebrajano de Jaén. Nos habla de cómo esas reuniones de amigos a los que les encantaba el deporte, se convirtieron en algo más cuando decidieron formar un club: Se convirtieron en una familia. Su fundador, Juan de la Chica Hernández, inició este club cuando eran tan sólo diez amigos. Actualmente, son cuarenta personas las que forman este círculo cuya pasión por el deporte les une y les empuja a continuar.

Izq.: Imagen de los atletas del Quiebrajano en la subida al castillo en 1999. Dcha.: El club en Sevilla en 1997.

Más que conocidos entre los jiennenses por la organización de la subida al Castillo Santa Catalina, que lleva vigente 26 años y se celebra cada mes de diciembre, también se reúnen sin falta el penúltimo domingo de septiembre para repetir esas convivencias de las que nos habla Felipe con tanto cariño. Pese a las dificultades que este Club ha podido tener a lo largo de la época, siempre se han mantenido “a trote” con apoyo de los socios o empresas como Publiprenda, encargados de “vestir de etiqueta al Club”.

Cuando le pedimos a su actual presidente una anécdota del transcurso de la historia del grupo, no sabe con qué recuerdo quedarse:

-Anécdotas, anécdotas… – Hace el intento de recordar arrugando la nariz y dejando la mirada perdida – … No puedo decirte. Cada viaje es especial. La carrera en Alcalá de Henares, la de Valencia. La primera competición de la media maratón de Córdoba del 94… Todos los viajes tienen su anécdota y todos son dignos de recordar.

Izq.: Equipación nueva en 2002. Centro: Una foto actual. Dcha.: Imagen de una prueba en Orgiva en 1997.

A la par, nos va enseñando las fotos que complementan estos momentos, todas ellas reflejan un club sonriente y unido, a la par que acompañan perfectamente el relato de Felipe Cano: Parece una familia posando felizmente ante la cámara.

También han pasado por momentos en los que ha habido que pelear por el equipo, como esta pasada subida al Castillo de Santa Catalina, la primera en 25 años que han tenido que vender el dorsal por un euro para poder gestionar las medidas de seguridad adecuadas, como una ambulancia por precaución de los corredores. Pero, ¿cómo iban a quitarle a los jiennenses esta histórica subida? De ninguna manera.

Es aquí cuando Felipe, por fin, nos cuenta una curiosa historia en referencia a un gran cartel rojo que puede verse en la subida al pantano del Quiebrajano. “En la subida al pantano, en el kilómetro 12, se encuentra ‘la cuesta de Felipe’, bautizada así porque cuando entrenábamos, yo siempre me paraba ahí… Juan de la Chica decía ¡ya estamos en la cuesta Felipe! Cuando José Carlos un año después fue presidente del Club de Atletismo, oficializó ese nombre”.

La famosa Carrera de San Antón también la corren con esmero, hasta nos cuenta Felipe que tienen un ganador en sus filas: “Prudencio Martínez es el nombre que podría subrayar para esa carrera. Pero tenemos muchos ganadores… Juan José Valenzuela, Antonio Rojas Gómez…”

Dos imágenes del Club Quiebrajano, a la izquierda, varios miembros en el año 1995. A la derecha, Felipe Cano en la subida al pantano de Quiebrajano de 1994, una de las pruebas con más solera de la provincia de Jaén.

Pregunto, curiosa, sobre el lado femenino del Club Quiebrajano, a lo que el presidente me responde con una sonrisa y me habla de Marta Vena, Alcázar, Pilar Sánchez o Ana Rueda, envidiables deportistas talentosas.

Nuestro entrevistado, junto con Antonio López (secretario) y Prudencio Martínez (tesorero), forman la presidencia del Club de Atletismo Quiebrajano, los cuales sumados a los 37 socios restantes forman lo que Felipe Cano nos decía orgulloso: Una gran familia.

Texto: Mery E. Barta
Fotos: Club de Atletismo Quiebrajano