El concejal de Cultura, Turismo y Patrimonio, José Manuel Higueras, ha visitado los trabajos de geolocalización de refugios antiaéreos que la UJA acomete en distintos puntos de la ciudad, en el marco del proyecto ‘Identificación, análisis, catalogación y puesta en valor de la arquitectura militar defensiva de la Guerra Civil Española en la Provincia de Jaén: educación patrimonial y conciencia histórica’ a cargo del profesor Santiago Jaén.

Higueras ha subrayado que la ciudad de Jaén cuenta con bastantes refugios antiaéreos, «previos a la guerra, pero también posterior a ésta» y estos trabajos «nos permitirán descubrir este subsuelo sin agresión alguna, nos dirá huecos hay para que podamos saber un poco mejor dónde están situados gracias a esta tecnología».

El edil de esta área ha puntualizado que una vez concluidos los trabajos «podremos averiguar ese mapa de refugios en toda la ciudad con la intención de organizar una ruta turística de estos refugios antiaéreos en recuerdo de ese momento bélico que tuvo Jaén».

Así ha puesto como ejemplo la plaza de San Ildefonso donde se han iniciado los trabajos con Georradar «pues la fachada de la Basílica de San Ildefonso cuenta con una proyección de una de las bombas que cayeron aquí y la famosa parada del reloj de su torre. Así esta visita turística agregará más contenido si cabe a esta plaza gracias a este estudio».

El profesor responsable de estos trabajos, José Antonio Peláez, ha estado acompañado por compañeros de la Universidad de Alicante para realizar estas prospecciones geofísicas en esta Plaza de San Ildefonso y continuar por la tarde en la plaza Cruz Rueda, posteriormente en la Plaza de Joaquín Tenorio, y hoy en la Plaza de la Merced.

El georradar es una máquina que emite pulsos de radar hacia el interior de la tierra y cuando encuentra oquedades y estructuras devuelve al exterior un pulso reflejado que este equipo de profesionales interpreta posteriormente. Los trabajos en cada plaza tienen una duración aproximada de dos horas que después pasarán al procesado de la información que les llevará días. La penetración de este georradar permite llegar hasta los 5 metros de profundidad, aunque sus resultados dependen de las características del suelo.

Por último el director Santiago Jaén, ha recordado que esta es una de las acciones del proyecto concedido por el IEG hace un año y que tiene por objeto identificar, documentar, analizar y proponer la puesta en valor de vestigios de la Guerra Civil. «Una de estas acciones es localizar estos refugios que siempre decimos que están ahí en el subsuelo y es una oportunidad para, a través del georradar ver si estas estructuras siguen ahí» ha enfatizado.

Santiago Jaén ha explicado que antes de llegar a este punto de intervención con el georradar, «nos documentamos a través de archivos para ver qué tipo de fortificaciones se construyeron e intentamos así localizar sobre el terreno si siguen ahí o han desaparecido».

«Nos estamos encontrando con gratas sorpresas» ha indicado. Sin embargo ha emplazado a conocerlas todas en las jornadas de difusión de resultados que tendrán lugar a finales de octubre «donde presentaremos todo lo que vayamos sacando y que es muy interesante para generar riqueza económica a través del turismo, además de poner en marcha propuestas didácticas y educativas con los alumnos para que aprendan mucho mejor la Historia de España y de nuestra ciudad» ha añadido.