La concejala de Medio Ambiente y Agricultura, Mari Carmen Angulo, ha informado de los trabajos que el Ayuntamiento de Jaén pone en marcha para el control biológico del picudo de la palmera. Esta tarea consiste en aplicar un tratamiento, que arrancó a finales de 2017, que gira en torno al empleo de un hongo entomopatógeno, la «beauveria bastiana», que sustituye a los productos químicos, que daban como resultado una clara debilitación de los árboles. En este caso, las esporas del hongo entran en contacto con la cutícula del insecto, germinando y penetrando en su cavidad interna, por lo que muere al cabo de unos días. Los escarabajos afectados presentan un aspecto muy característico, pues aparece un moho blanquecino por las articulaciones y los tejidos blandos, a modo de algodón, que corresponde con el micelio de este agresivo hongo en crecimiento. El mismo picudo, antes de morir, sirve de vehículo trasmisor de la enfermedad para sus semejantes transportando las esporas adheridas al cuerpo allí donde vaya. Esta estrategia, tal y como se ha apuntado desde la Concejalía de Agricultura y Medio Ambiente, fue puesta en marcha en Jaén una vez contrastados los buenos resultados obtenidos en ciudades como Málaga en las que por su clima, la plaga es aún más agresiva que en la capital jiennense. De la mano de asesores expertos en la materia, ha precisado la concejala Mari Carmen Angulo, se ha puesto en marcha este protocolo encaminado a frenar una alta presión de plaga presente en nuestras palmeras. «Desde el Ayuntamiento efectuamos unos tratamientos para luchar contra la enfermedad que afecta a las palmeras canarienseis, es el picudo rojo, un escarabajo de origen tropical. Los tratamientos con fitosanitarios se han dejado de hacer, para sustituirlo con un método a base de feromonas y trampas, una lucha biológica», ha preciado la edil que, en esta línea, ha concretado que hay un centenar de estas labores en marcha en todo el término municipal. «A la vez retiramos todas las palmeras que son irrecuperables, de forma preventiva, al tiempo que instamos a otras administraciones a hacerlo, como es el caso del Ministerio de Fomento, que ha procedido de forma inmediata», ha afirmado la responsable municipal de Agricultura y Medio Ambiente.

Esta lucha contra el picudo rojo comienza, tal y como se ha detallado, por la monitorización in situ de la plaga. Esta se lleva a cabo con trampas de feromonas, que son atrayentes sexuales, y «kairomonas», compuestos químicos cuyo efecto beneficia al receptor y especialmente diseñadas para estos insectos. Como ejemplo de la eficacia de este sistema, en los conteos realizados en el mes de mayo por operarios de la empresa FCC, se cifran las capturas en 1.072 ejemplares, 835 hembras y 237 machos capturados, incrementándose en el mes de junio a 1.215 ejemplares, 945 hembras y 270 machos. Por otro lado, se ha hecho hincapié en que es de gran importancia la detección precoz de la plaga e intervenir sobre los ejemplares afectados, una vez se detecten los primeros síntomas, mediante cirugías. Su objetivo principal es eliminar la mayor parte del tejido dañado por picudo rojo. Para ello primero se extraen todas las larvas y capullos que se encuentren, así como el tejido afectado que haya albergado galerías o túneles y que se esté en proceso de descomposición. Tras la cirugía hay que aplicar tratamientos biológicos a base de «beauveria bastiana», aplicados en la copa de las palmeras, que consiste en introducir este producto en las galerías que puedan quedar y sanar el tejido afectado. «Es recomendable usar también un fungicida para evitar el crecimiento de hongos. Estos tratamientos se hacen extensivos a todas las palmeras de la ciudad que, aunque no muestren síntomas, son tratadas de forma preventiva», ha insistido Angulo, que ha aclarado que las palmeras afectadas que no han sido capaces de recuperarse tras las de cirugías y tratamientos efectuados deben ser eliminadas según las normativas especificadas en cada zona, evitando de ésta manera la proliferación y crecimiento de las larvas extraídas o la infección de otras palmeras sanas.