En el anterior número de Ayer&hoy, en el que nos adelantábamos a la Navidad con un fastuoso recorrido por el Danubio, ya hicimos una breve mención a la ciudad de Viena. Sin embargo su protagonismo en estas fiestas es tan importante que no nos queda más remedio que volver para dedicarle esta sección en exclusiva. Porque  si hay una ciudad europea donde las fiestas navideñas se vivan de una manera especial, esa es Viena. En la capital de Austria el mes de diciembre es tan animado y tan hermoso que las bajas temperaturas, típicas de esas fechas, no sólo no molestan sino que incluso se agradecen. El aire se impregna del aroma del pan de especias y vainilla, del ponche o vino caliente mientras la gente sale en familia a disfrutar del cálido ambiente de los mercadillos que inundan la ciudad. Porque hay casi un mercadillo por barrio y todos ellos son distintos entre sí.

El mercadillo estrella es el del Niño Jesús, el cual se sitúa  frente al Ayuntamiento. Tiene sus propias señas de identidad: un árbol gigante y más de ciento cuarenta puestecillos de madera donde se puede comprar todo lo relacionado con la Navidad.

Pero también tenemos otra clase de mercadillos para los menos tradicionales, como el de Spittelberg en el distrito siete, un barrio alternativo que además se ha puesto de moda y que, al parecer, es el preferido de los llamados BoBos, o sea, los burgueses bohemios. En él, además de poder comprar selectas delicatessen, hay tiendas donde se ofrecen piezas de artesanía cuya venta suele tener fines benéficos. Por otra parte los ecologistas se dirigirán al monte Cobenzl, que es el mercadillo más alto de Viena, en el que todo lo que se ofrece es “natural y biológico”, mientras que los más tradicionales podrán pasear por el mercadillo de Freyung, que es el más antiguo de la ciudad. También podremos curiosear entre los puestos de la céntrica Maria Theresien Platz mientras se escuchan las interpretaciones de las bandas de música austriacas o a coros de góspel entonar melódicos cánticos navideños.

Finalmente si el frío termina por adueñarse de la calle queda la solución de tomarnos  un ponche caliente, bebida típica en Navidad en toda Austria aprovechando alguno de los cientos de cafés que hay en esta ciudad imperial en donde, posiblemente tengan una chimenea encendida y podamos también, en una preciosa vajilla,  deleitarnos con un excelente chocolate.

Visita Gastronómica: Cocina centroeuropea

La identidad vienesa es fruto de muchas influencias culturales, y también lo es su gastronomía. Entre los más famosos platos que podemos recomendar se encuentran los siguientes.

El escalope al estilo de Viena.- Es un gran filete empanado y frito, de unos 6-8 mm de grosor, con carne jugosa y tierna, rebozado uniforme, crujiente y sabroso, sin resultar aceitoso. El verdadero Schnitzel solo se sirve con limón, y como mucho algunas patatas cocidas con perejil.

Paprikahuhn.- De influencia húngara, es un guiso de pollo al pimentón. La salsa se enriquece además con limón, tomate concentrado y nata agria, para darle más cremosidad. La guarnición más típica son los Nockerln.

Apfelstrudel.- El Apfelstrudel lo forma una masa finísima y crujiente, un relleno muy jugoso y aromático de manzana, pasas y especias, y, opcionalmente, la sabrosa salsa caliente de vainilla con nata montada.