Siempre abiertos para dar comida y esperanza

En tiempos de crisis sanitaria como no ha ha­bido otra en los últi­mos tiempos, quere­mos reconocer la labor de voluntarios y trabajadores de Cá­ritas de Jaén que si­guen abiertos repar­tiendo kits de comida y alimentos a familias y personas más vulnerables. El Centro de Día Santa Clara reparte cada día 90 menús y en el comedor de San Roque se elaboran 50 cenas y se envían alimentos a una treintena de familias. Son, principalmente, elaboraciones con­tundentes, platos de cuchara como guisos, cocidos, lentejas o pastas que alimenten, solventen la si­tuación con un plato único y puedan ser calentados una vez que llegan al domicilio del beneficiario. Y es que la pandemia ha obligado a que los usua­rios no puedan comer presencialmente en estos centros gestionados por Cáritas y que muchos de los voluntarios, por petición de la entidad, se ha­yan retirado temporalmente por ser colectivo de riesgo ante el coronavirus, siendo sustituidos por personal voluntario más joven y trabajadores de Cáritas.

Asimismo, ha cambiado el perfil de los propios beneficiarios. Las personas sin hogar ahora son atendidas en el albergue municipal mientras que los centros antes mencionados reciben más de­manda de familias que antes no necesitaban este servicio de comedor ni tampoco alimentos como están solicitando actualmente, derivadas de las Cáritas parroquiales. Una tendencia, lamenta el responsable de Comunicación de Cáritas dioce­sana, Ángel Maldonado, que puede ir a más en el momento en el que se produzca la desescalada por el aumento del desempleo y la situación de vulnerabilidad de muchas personas que quedarán sin recursos.

Por todo ello, asegura que cualquier donación siempre va a ser bienvenida, como las que se vie­nen realizando desde el Banco de Alimentos, de supermercados como Mercadona que aporta sus excedentes, o donaciones particulares, aparte de los propios fondos de Cáritas.

Además de comidas, la red de Cáritas parro­quiales lleva a cabo un seguimiento de personas y familias para cubrir otras necesidades como la falta de alimentos perecederos o la imposibilidad del pago del alquiler en algunos casos. En el Cen­tro de Día Santa Clara también se dispone de ser­vicio de duchas.