El alcalde, Julio Millán, acompañado por la concejala de Medio Ambiente y Sostenibilidad, María del Camen Angulo, ha visitado los trabajos para el diagnóstico de conservación de los árboles urbanos de la ciudad, que en una primera fase se centrará en los ejemplares más longevos y singulares de los parques de la Alameda y Concordia, además de los catalogados en las avenidas de Madrid y de Andalucía, así como en el Paseo de la Estación.
En total se prevé inspeccionar y valorar un número aproximado de 1.000 árboles tanto de viario como de zonas verdes.
El objetivo que se persigue es plantear una propuesta de actuación a medio y largo plazo para su conservación por los beneficios y características que presentan para el enriquecimiento de la biodiversidad de la ciudad. Angulo ha destacado el trabajo de los técnicos del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento y ha puesto en valor el inventario de arbolado y zonas verdes que se ha llevado a cabo a lo largo de este mandato, como paso previo para realizar esta iniciativa que también ha sido consensuada con los colectivos medioambientales para su puesta en marcha. «Primero tuvimos que elaborar un inventario digital de arbolado, tan demandando por colectivos implicados, para saber cuál era estado de salud de nuestras zonas verdes», ha recordado.
Ahora se da un paso más con análisis especializados y técnicas respetuosas con los ejemplares seleccionados para seguir avanzando en la mejora de las zonas verdes de la capital. «En esta segunda fase queremos ver en qué tenemos que incidir, atendiendo al estado de conservación de estos árboles, para su mejor tratamiento», ha añadido Angulo, quien ha puesto en valor la existencia de «unos olmos, que son muy característicos en España, y que pueden ser catalogados como singulares por los valores y beneficios que representan».
El ámbito del estudio lo compone las principales zonas verdes y viales donde se concentra parte del arbolado más añoso de la ciudad que presenta además diversos problemas estructurales y funcionales, como son los parques de la Alameda y Concordia, el Paseo de la Estación o las avenidas de Madrid y de Andalucía, entre otras. En este sentido también se ha pronunciado el técnico de arboricultura, Mario Gutiérrez, quien ha mostrado en el parque de la Alameda el desarrollo de estas labores que se llevan a cabo con técnicas específicas. «Se realizará una inspección individualizada de todos los árboles de porte medio o grande apoyada en la testificación instrumental para valorar el estado de la madera mediante el uso de aparatos como el tomógrafo sónico y el resistógrafo», ha explicado. Como resultado de este análisis detallado, se realizarán propuestas de actuación concretas y razonadas a realizar en árboles individuales en función de su estado y riesgo. Se propondrán también cambios en los regímenes de poda con propuestas para cambiar a un modelo más sostenible en la gestión de la poda del arbolado de las zonas estudiadas. Esta gestión, además, tiene como premisa compatibilizar la presencia de arbolado con la seguridad de la ciudadanía, teniendo en cuenta los costes y los beneficios de la reducción de riesgo, y respetando los árboles con intervenciones técnicamente bien ejecutadas y justificada.