Con nada menos que 121 años de historia viva, la Banda de música municipal de Jaén sigue amenizando los distintos eventos de la capital: es la partitura de la cultura jienense, en tiempo real.
Creada en 1901, mucho ha llovido desde sus inicios: ofreció su primer concierto un 15 de agosto en la plaza de Santa María (coincidiendo con la festividad de la Asunción de la Virgen María), a cargo de su primer director, Rafael de la Torre, y contó con una gran ovación por parte de los locales, tal y como narran los cronistas de la época. Toda una puesta de largo para afianzar las ganas de sus 45 músicos, en estos complejos primeros tiempos…
Dejamos atrás estos primeros años, coincidentes con las elecciones generales del mismo año (convocadas en la minoría de edad de Alfonso XIII) para hacer una segunda parada un año después de la proclamación de la Segunda República, en 1932: la Banda comienza su “época Dorada”, de manos del nuevo director, Emilio Cebrián. Estreno de nuevos uniformes, dar forma al “canto a Jaén” (himno de Federico Mendizábal, 1935), Marcha de Nuestro Padre Jesús Nazareno (mismo año), a nuestra querida formación se le acumulan los logros, para el disfrute cultural de los vecinos, años dorados para la música en la ciudad, a la par del mítico Ford del 32, que se dejaba ver, tímidamente, en las rudimentarias vías de aquellos tiempos.
Destaquemos el esfuerzo que tiene que hacer cualquier músico, indistintamente del periodo de la historia en el que se encuentre: la gente de a pie no es consciente de las horas que conlleva no sólo aprender a tocar un instrumento; las horas de los ensayos son interminables, al igual que las dedicadas al estudio, formación de partituras…, hay que tener un amor a la música incondicional para seguir en este mundo cultural, ya que no es apto para cualquiera (no todos los melómanos pueden formar parte de una formación musical). Al igual que los cofrades, los músicos sacrifican muchos momentos de su vida para estar ahí. No es casual que ambos colectivos gocen de un merecido reconocimiento público como el que se le da.
Las notas de nuestros virtuosos de la música se han sabido adaptar perfectamente a las nuevas vertientes, pues el repertorio clásico convive con la actualidad; entre los clásicos conciertos de toda la vida también hay hueco para las bandas sonoras contemporáneas como “StarsWars”, espacios para cultura en redes sociales, tal y como demandan los gustos de las generaciones del siglo XXI. A los emplazamientos como los del quiosco de la música del parque de la Victoria se le suman lugares “más de moda” como son el jardín del Banco de España (magnífica obra de Moneo) y el anfiteatro del Bulevar. Del flanqueo de las palomas a la expansión norte. Todo Jaén es pasto de la cultura musical para disfrutar del arte a través de nuestros oídos.
Seguimos en tiempos presentes: del maestro Cebrián a Juany Martínez de la Hoz (actual directora) la Banda sigue de rabiosa actualidad. Las etapas de Manuel Vilches (en parte responsable de este nuevo aire musical) y de Juan Antonio García marcaron la hoja de ruta. Pasado, presente y futuro se dan la mano en los cambios de la entidad. Estamos en abril, y con la Semana Santa llamando a las puertas de la capital del Santo Rostro, qué mejor que disfrutar de las marchas procesionales en, por ejemplo, conciertos al aire libre en la mítica calle Bernabé Soriano. Estos conciertos “preliminares” son el “pistoletazo de salida” de un signo tanto de fervor religioso como de identidad histórico-cultural, y nuestra banda también está ahí, máxime cuando la moral de los jienenses, todavía en época de pandemia, más los necesita; bien sabido es que la música “amansa a las fieras”, al igual que apacigua al pueblo. Levanta tanto el ánimo como los sentimientos. Que sería de nosotros sin la música.
Al hilo de lo anterior, dejemos unos apuntes de parte de la hemeroteca cercana de la ciudad, con base melómana: 1 de junio de 2006, anfiteatro del Bulevar; la llegada del verano irrumpe, al igual que la hora de ocaso (han pasado las 20 horas) con el arte suspendido en el aire, en modo de notas musicales, de nuestra Banda. Lleno total, a golpe de batuta.
Siguiente salto en nuestro “Delorean acústico”, que nos queda plutonio para un viaje más: el 20 de mayo de 2001. A pesar de la lluvia y lo inaccesible del terreno, más de 200 locales se deleitan con el repertorio clásico de la firma, en el mítico quiosco de la música, sito en el parque de la Victoria. En esta ocasión estuvieron dirigidos por el subdirector de la Banda por aquel entonces, Juan Rodríguez Lorite, y tras terminar los dos tiempos de 45 minutos terminaron el concierto con el himno de Jaén, donde los instrumentos, al igual que los músicos, brillaban con luz propia, pese a lo desapacible de la jornada. Se acaba el combustible de la “máquina musical del tiempo”, pero haría falta una cantidad de galones del preciado material para destacar los momentos de nuestra Banda: todos merecerían ser rememorados, pero dejamos este “flashback” a las puertas del siglo XXI.
Del Ford del 36 a los híbridos, del coche eléctrico a lo que vendrá, pero a buen seguro estos avances tecnológicos seguirán acompañados de las partituras variadas de nuestra Banda de música municipal. Quedan notas para rato, bastante “mecha” para el viento y la percusión.
Texto: Manuel Miró Fotos: M. Miró, Ayer&hoy