La Mota, Fortaleza en Tierra de Fronteras

Antonio Salas Sola / Historiador del Arte y
Gestor Cultural.

Si aún fuese un secreto la caída del reino nazarí, algunas claves para acercarnos a él podría revelarlas la Fortaleza de la Mota, pues fue, durante casi dos siglos, límite fronterizo entre el reino de Granada y Castilla.

Situada a 1.059 metros sobre el nivel del mar, formando una pequeña meseta arriñonada se presenta a ojos de quien la observa, la prominente Fortaleza de la Mota. Declarada como Bien de Interés Cultural desde 1931, su conjunto monumental, de origen islámico y visiblemente alterado tras la conquista cristina, desarrolla un destacado entramado arquitectónico militar, civil y religioso. Su análisis nos ayuda a desvelar algunas claves para comprender la transición entre reinos árabes y cristianos en el contexto de la Baja Edad Media en el sur de la península ibérica.
La secuencia antrópica del cerro de la Mota se remonta al Neolítico final, con ocupación romana y posterior consolidación en época islámica, cuando se produce el proceso de amurallamiento del cerro y su desarrollo urbano, antesala de la actual fisionomía que es consecuencia de las reformas realizadas a partir de su definitiva conquista cristiana en 1341 a manos del rey Alfonso XI de Castilla, tras la cual, se convierte en un privilegiado enclave administrativo y religioso castellano que se mantendría durante la Edad Moderna. Su ocaso se origina como consecuencia del paulatino crecimiento de la población extramuros y los avatares sufridos por la ocupación francesa a principios del siglo XIX, hasta derivar en el abandono definitivo.

Hoy, la Fortaleza de la Mota, se muestra como imagen de lo que fue gracias a las intervenciones realizadas en las últimas décadas que han permitido conservar y poner en valor un extenso legado patrimonial, con espacios interpretativos acertados, convirtiendo su visita en obligada para comprender los orígenes de la ciudad de Alcalá la Real, además de ofrecer al visitante un conjunto patrimonial interesantes desde el punto de vista histórico, artístico y arqueológico.

Izq.: fotografía aérea de la fortaleza. Centro: Puerta alcazabas. Dcha: interior de la iglesia Mayor Abacial dentro de la fortaleza. (Fotos: Turismo Alcalá la Real)

Una de las principales muestras de este legado lo encontramos en la Iglesia Mayor Abacial, templo iniciado en el siglo XV, cuyo aspecto original es consecuencia de varias fases constructivas sobre el espacio que ocupó la primitiva mezquita de la alcazaba islámica. Destaca en ella la Capilla del Deán, la cual presenta un acentuado estilo gótico isabelino, para un espacio fundado originalmente como enterramiento del Deán D. Juan Alonso Chirino. La actual imagen del templo es fruto de las sucesivas modificaciones del proyecto de Ambrosio de Vico y de daños ocasionados durante la invasión francesa (1810) y su posterior transformación en cementerio municipal. Las sucesivas intervenciones realizadas en la segunda mitad del siglo XX justifican hoy la imagen actual del templo, perfectamente ambientado y dinamizado para hacer compresible su historia.

La Mota, como fortaleza, presenta una serie de elementos constructivos que son importantes reseñar desde el punto de vista arqueológico y arquitectónico. Destacable es su cinturón de murallas, triple anillo amurallado con elementos defensivos anexos a los lienzos como torres y puertas, algunas de ellas conservadas como la torre de Cárcel construida en tiempos de Alfonso XI; siete eran las puertas de acceso a la fortaleza, conservadas tres, entre las que destaca la Puerta de la Imagen, de origen nazarí, que funcionó como principal vía de acceso a la Mota. Puerta que toma nombre de la imagen religiosa de Santa María que se ubicaba en su interior, y que junto a las también conservadas puerta del Peso de la Harina y puerta de las Lanzas, permitían o dificultaban el acceso a una ciudad fortificada pródiga en infraestructuras militares, civiles y religiosas.

Las propias características topográficas del Cerro de la Mota, hace que el desarrollo urbano se extienda en varias zonas de su perímetro amurallado. Zonificaciones urbanas, cuyos elementos visiblemente conservados permiten al visitante comprender el desarrollo urbano de la ciudad de la Mota. De todas estas zonas conservadas, mención especial merece el Alcázar, de origen islámico y posterior transformación cristiana, (s. XIV-XV) erigido como recinto privilegiado de la Mota. En él establecieron residencia los monarcas, teniendo a la torre del Homenaje como principal baluarte. Esta torre, junto a la torre de la Vela y la torre Mocha, delimitaban la zona más elevada del prominente cerro, convirtiéndolo en inexpugnable y en lugar estratégico desde donde visibilizar toda una red de Atalayas para el control de un territorio de fronteras.

Fotografía nocturna de la Fortaleza de la Mota iluminada. (Foto: Turismo Alcalá la Real)

Desde el Alcázar se distribuyen un entramado urbano en dos zonas, denominadas plaza alta y plaza baja. En la plaza alta, además de las ya mencionada Iglesia Mayor Abacial, existen otros espacios de notoriedad como la Casa del Cabildo, que fue sede administrativa de la ciudad, o la iglesia de Santo Domingo de Silos, de estilo gótico-mudéjar, primera iglesia construida tras la conquista cristiana, y una red importante de aljibes. No menos curioso resulta observar la cantidad de estructuras conservadas en la plaza baja, barrio comercial de la ciudad, cuya expansión en la baja edad media originó la construcción de barrios arrabales hoy aún visibles.

Es ineludible que la historia de este cerro, convertido en fortaleza, marca el devenir histórico de ciudad de Alcalá la Real ennobleciendo su pasado. Su conservación y puesta en valor actual permite mirar al futuro con el optimismo de haberse convertido uno de los principales reclamos turísticos provinciales. Sus cifras de visitas anuales permiten visibilizar la trascendencia de este enclave como uno de los faros imprescindibles para conducir al turista a adentrarse en un recorrido por el paraíso interior a través de la Ruta de los Castillos y Batallas de la provincia de Jaén.