No podemos vivir sin ella. Está presente en el trabajo y en el hogar, en nuestras vidas. Es la energía, la energía que mueve a cada ciudadano. Pero a un coste que siempre es objeto de debate político y ciudadano en nuestro país. La tendencia alcista en ciertos periodos y las desigualdades a colectivos más vulnerables amén del aspecto ambiental pone en primera plana la necesidad de un cambio hacia energías más sostenibles que poco a poco van ganando terreno.

El sencillo acto de encender el interruptor de la luz, poner la lavadora o la calefacción en nuestros hogares se realiza de forma mecánica, en aras al confort de las sociedades modernas adquirido afortunadamente desde tiempos pretéritos, aunque para muchos consumidores llega a ser casi algo traumático cuando llega la factura de la electricidad o el coste por el consumo de gas de un frío invierno. Entonces surgen dos términos: ahorro y eficiencia energética, en boca de muchos ciudadanos que, guiados por los múltiples consejos que nos llegan de uno y otro sitio, apagan interruptores, cambian la iluminación por una de bajo consumo, desenchufan todo cuando no están en casa, bajan la temperatura de termostatos y calderas…

Sin embargo, no todo el mundo cree que sea suficiente con estos gestos y piensan que las medidas también deben venir desde arriba, desde la propia Administración Pública para aplicar unos impuestos más accesibles, acordes a un servicio básico y de primera necesidad como es la energía en el hogar. Esa es la opinión al menos de uno de nuestros encuestados en El Termómetro, Miguel Ángel, para el que un IVA del 21% en el recibo de la luz es demasiado elevado, sobre todo si se piensa en el colectivo de personas más vulnerables.

Redundando en ello, Félix no se explica tampoco por qué hay que pagar alquileres de contador y otros servicios adicionales que aparecen religiosamente cada mes. Otros ciudadanos, como Fernando, Blanca o Antonia, ponen todo de su parte para que el coste no sea tan excesivo poniendo los termostatos de calefacciones y aires acondicionados a temperaturas mínimas, cargando al completo la lavadora, secadora o lavavajillas o desconectando lo que no sea necesario. Diferente argumento ofrece otro de nuestros encuestados, Ramón: “La inversión en aislamiento es el mejor ahorro, el gasto de energía hay que hacerlo para mantener un hogar cálido en invierno y fresco en verano, por lo que creo que es fundamental, más de lo que podríamos pensar, tener un buen aislamiento en la vivienda”. Y algo tiene de razón cuando está demostrado que mucha de la energía gastada para calentar o enfriar la vivienda se pierde a través de los cerramientos de nuestra casa.

Casi mil euros de gasto medio al año.-El gasto anual en energía de un hogar medio en España es de 990 euros, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Por servicios, el 85 por ciento del consumo se lo reparten la calefacción (47%), los electrodomésticos (19,4%) y el agua caliente sanitaria (18,9%). En cuanto a la electricidad, el gasto medio por hogar es de 3.487 kWh; más de la mitad lo consumen los electrodomésticos (principalmente el frigorífico y la lavadora) y el resto se lo reparten la iluminación, la cocina, el agua caliente, la calefacción, el standby de los electrodomésticos y la refrigeración.

Con tanta cifra y, sobre todo, tantos euros que debe desembolsar el ciudadano, desde hace unos años se ha instalado entre nosotros la cultura de la eficiencia y el ahorro. Pero ¿qué es la eficiencia energética? Un profesor universitario de Ingeniería Civil y de la Edificación, Joaquín Fuentes del Burgo, explica que un edificio o vivienda es más eficiente cuanta menos energía necesite; si baja el consumo y crece el rendimiento de los equipos, se mejorará la eficiencia. Es en este apartado donde radica la importancia de las energías renovables pues ellas reducen el consumo de otros combustibles de origen fósil (derivados del petróleo, gas o carbón), de mayor impacto ambiental por emisiones de dióxido de carbono y coste de producción. Otra mejora de la eficiencia energética apuntada desde el departamento universitario de Ingeniería Civil se consigue con la reducción de las pérdidas de calor en invierno o las ganancias de calor en verano a través de lo que técnicamente se conoce como la envolvente. Se trata de mejorar el nivel de aislamiento de los cerramientos (suelos, paredes y techos), el empleo de carpinterías para puertas y ventanas de calidad, cristales dobles o triples con reducida transmisión de calor, de bajo factor solar; uso de toldos…

A este respecto, la Asociación de Instaladores de Aislamiento de España (AISLA) advierte que una mejora del aislamiento térmico puede reducir hasta en un 80% las pérdidas de energía con el consiguiente ahorro en la factura, además de otros beneficios como el confort, la eliminación de humedades, el mejor aislamiento acústico y calificación energética y, con ello, la revalorización de la vivienda.

La más eficiente y barata.- Por su parte, un responsable político de Energía, considera que “la energía más eficiente en el hogar es la que proviene de un origen renovable”. La más eficiente, y también la más barata, pues el coste de generación de electricidad de las renovables para consumo doméstico o industrial es menor al de las fósiles. No obstante, fuentes de una compañía eléctrica explican que la disponibilidad de energías renovables es limitada, ya que no siempre hace sol, tenemos viento o llueve, de ahí la necesidad de contar con otras energías que sirvan de respaldo.

Las más utilizadas y extendidas en el ámbito doméstico son la energía solar fotovoltaica para la producción de electricidad, la solar térmica para el agua caliente sanitaria (ACS), la biomasa para calefacción y ACS, y las bombas de calor. La geotermia (bombas de calor agua-agua o agua-aire, con un intercambiador enterrado en el suelo); y la aerotermia, donde se están realizando proyectos de calefacción centralizada, son otras opciones disponibles, indica Joaquín Fuentes.

La mejora de la tecnología y el descenso de costes en las instalaciones de paneles fotovoltaicos han contribuido a su proliferación, ahora más si cabe con la eliminación del impuesto al sol o peaje que aplicó el Gobierno de Rajoy. Asimismo, desde 2006 cuando entró en vigor el Código Técnico de la Edificación es frecuente ver captadores de energía solar térmica en las cubiertas de bloques de viviendas.

La biomasa, por su parte, explica Fuentes, está teniendo una implantación muy importante en instalaciones individuales para calefacción y ACS por el bajo coste del combustible (pellets, briquetas, astillas…), aunque es preciso tener en cuenta el elevado precio de calderas o estufas, el espacio para el almacenamiento de combustible, la limpieza y mantenimiento.

En cualquier caso, el profesor informa de que lo primero a tener en cuenta por el propietario de una vivienda o una comunidad de vecinos es el asesoramiento de profesionales especializados para ver la viabilidad de cada sistema o instalación. “No todas las renovables se pueden instalar en bloques de viviendas por su elevada potencia, su gran extensión de captadores, el volumen de acumulación o la propia climatología con pocas horas de sol en invierno”. Agrega además la compleja y costosa tecnología de estas instalaciones, “no son energías fáciles de aprovechar, al contrario de lo que se piensa, son proyectos complejos que precisan conocimientos muy especializados y equipos de buena calidad”.

¿Cómo abaratar el precio de la luz?.- Según Red Eléctrica Española, las fuentes que suministran electricidad proceden en su mayor parte de la energía nuclear, la eólica, el carbón, el ciclo combinado y la cogeneración. Estas dos últimas, observa el profesor Fuentes, suponen el 25% de la generación eléctrica en España, que están sujetas a variaciones del precio del petróleo y/o del gas natural.

En la actualidad existen dos tarifas, la PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) y la de mercado libre. Fuentes de Naturgy indican que la primera es la de los clientes del mercado eléctrico regulado donde el precio de la energía cambia según la oferta y la demanda, por lo que pagas más si consumes en las horas más caras y menos en las menos caras, que suelen variar. En la tarifa libre existe un precio establecido por contrato y se sabe cuál es el coste de cada kWh consumido. En este aspecto, desde Esitec Energía se indica que la mejor tarifa sería la de PVPC con discriminación horaria. Otro factor a tener en cuenta en la factura es el pago de un 40% de costes regulados, “son fijos, regulados por la Administración Pública y no se pueden eliminar aunque se cambie de compañía”, explica el profesor universitario. Existe otro 35% que es el consumo propiamente dicho, afectado por el precio de las energías primarias que las compañías compran para generar electricidad; y el último 25% son impuestos como el IVA y el impuesto de electricidad. Es decir, el 65% son costes fijos que dejan poco margen de maniobra para reducir costes. Estos términos son la potencia contratada, el impuesto de electricidad, el alquiler de equipos de medida y control, y el IVA.

Desde Naturgy indican que el concepto del alquiler está establecido por el Ministerio competente, con un coste de instalación y mantenimiento que ha asumido previamente la compañía. En cuanto a la potencia, añaden, se trata de un precio fijo que resulta de tener disponible en todo momento la potencia contratada, independientemente de si consumimos o no. En este apartado se puede producir un ahorro importante si reducimos la potencia simultánea contratada cambiando las pautas de utilización de los aparatos eléctricos, es decir, no poniendo todos a funcionar al mismo tiempo. Compañías como Naturgy recomiendan incluso ajustar la potencia al consumo, calculándolo a través de su herramienta ‘Recomendador de potencia’ disponible en www.naturgy.es.

Medidas de ahorro.- Las diferentes fuentes consultadas apuntan en la misma dirección en las medidas a tomar para ahorrar energía en el hogar, no solo para pagar menos a fin de mes sino también por cuestiones ambientales, de reducción de emisiones de dióxido de carbono. El responsable energético sí que precisa, en esta línea, dos aspectos originales: “exigir a las compañías comercializadoras que el origen de tu energía doméstica, la de tu hogar, sea renovable, ya existen cooperativas dadas de alta como comercializadoras que suministran energía verde al 100% y grandes compañías con un porcentaje importante de renovables; además te lo certifica la CNMT, aunque solo seamos uno pero puede animar al resto de ciudadanos a solicitarlo”. Otra opción interesante es la producción de tu propia energía eléctrica o autoconsumo, “el impuesto al sol de finales de 2015 se ha eliminado, la factura sale más barata y renovable 100%, con el beneficio medioambiental que supone, amén de la amortización de los equipos en un periodo de 5 a 10 años”.

En referencia a los gestos para evitar un mayor consumo, muchos están a nuestro alcance. Con las calefacciones, por ejemplo, es conveniente no superar los 21 grados, instalar válvulas termostáticas o hacer un mantenimiento adecuado de la caldera. En agua caliente sanitaria, es importante usar sistemas de acumulación más que de producción instantánea, un buen aislamiento de las tuberías de distribución, racionalizar el consumo de agua, no poner más de 35 grados en la caldera para la ducha, doble sistema de pulsador en la cisterna…

Con los electrodomésticos, apaga el ordenador si existe una ausencia de más de 30 minutos, o apaga la pantalla, que consume más. Apaga del todo televisores, consolas, equipos de música, cargadores…, tenerlos encendidos en modo espera o standby consume hasta un 15% de la energía; en la lavadora lava a agua fría o 30 grados, pues el 80% de la energía que consume se usa para calentar el agua; si vas a usar la secadora, centrifuga antes la ropa al máximo, pues el secado consume más energía. Pon la carga máxima en ambos electrodomésticos igual que en el lavavajillas. En la cocina, la olla a presión o el microondas ahorra energía y mejor placas de inducción que vitrocerámicas normales. Si vas a adquirir un electrodoméstico nuevo, mejor el que tenga la etiqueta A+++…, es más eficiente y necesita menos potencia. En iluminación ya se han prohibido las bombillas incandescentes o tradicionales, por lo que utiliza bombillas de bajo consumo o led.

Estos pequeños trucos son vitales para tener un menor consumo y romper el impacto global de una tendencia al alza en el consumo de energía. El IDAE habla de que el consumo podría duplicarse en 35 años de seguir el ritmo actual, por lo que desde la Universidad advierten de que, además del empleo de renovables, es importante concienciar más al ciudadano y a los sectores agrario, industrial y de transporte de las consecuencias negativas de este aumento. Ya la UE ha marcado el objetivo 2020, que está a la vuelta de la esquina, de una reducción del 20% en el consumo de energía, de emisiones y de uso de renovables. En todos nosotros está el conseguirlo.

Antonio Ruano (INTELEC)

“Las circunstancias actuales para las renovables son inmejorables”

En los últimos años el incremento de los costes energéticos en las viviendas y empresas ha sido notorio. De hecho, las facturas no han parado de crecer y ello ha motivado a que los consumidores comiencen a plantearse y estudiar medias de ahorro. “En nuestra empresa desde el 2002 hemos fomentado distintas medidas, pero ciertamente en estos momentos es cuando nos encontramos en el mejor escenario posible para acometer muchas de ellas y sentimos que ha crecido la preocupación e interés en el ciudadano”, explica Antonio Ruano, director general de Intelec. Las medidas de ahorro arrancan en la construcción de las propias viviendas, es decir, en la elección de los materiales, el tipo de edificación o la ventilación de la misma, entre otros muchos. “En una vivienda el uso de la calefacción o el frío son uno de los consumos más importantes, por ello el uso de equipos muy eficientes y el apoyo de energías renovables ayudan a que nuestra vivienda sea sostenible”, señala Ruano, como segunda medida a tener en cuenta a la hora de reducir el gasto. No obstante, aquellas personas que no tengan previsto construirse una nueva vivienda o realizar ninguna obra en la misma pueden optar por las siguientes acciones: sustituciones de los equipos por otros más eficientes, el estudio de la facturación eléctrica para adaptarla al consumo real y la incorporación de las energías renovables o la biomasa en el uso de la calefacción.

Por otro lado, hay que señalar que la provincia de Jaén cuenta con un gran potencial en cuanto a energías renovables se refiere, ya que tiene muchas horas de sol, “lo que hace que nuestros sistemas de energías renovables se amorticen en un menor tiempo”, matiza Ruano. “Desde nuestra empresa, y con 17 años de experiencia, podemos afirmar que hemos notado un gran aumento del interés por parte del sector particular, por incorporar energías renovables en su vivienda.

La fotovoltaica es la que ha crecido enormemente gracias a la eliminación del impuesto al sol y el abaratamiento de los paneles, con una amortización de entre 5-7 años y una garantía de 25 años. Además, ahora también disponemos de subvenciones para llevarlas a cabo, es decir, quien no invierte en energía renovables sinceramente es porque no cree o no apuesta por el medio ambiente, puesto que las circunstancias actuales son inmejorables”, destaca el director de Intelec.

 

Ayudas para el autoconsumo en pymes

La Agencia Andaluza de la Energía, entidad adscrita a la Consejería de Hacienda, Industria y Energía, ha reabierto su línea de incentivos de Construcción Sostenible del Programa para el desarrollo energético sostenible de Andalucía para el aprovechamiento de energía solar de la que se podrán beneficiar particulares, empresas y entidades públicas, así como ayudas específicamente destinadas a las pymes que persiguen incentivar el ahorro y la eficiencia energética en sus edificios, tal y como publica el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA).

El Gobierno andaluz va a destinar ocho millones de euros adicionales para impulsar esas dos medidas, que se encontraban cerradas por haberse agotado todo su presupuesto inicial, mediante una reprogramación de los fondos FEDER destinados a la descarbonización de la economía. El objetivo es optimizar al máximo las fuentes de financiación disponibles, priorizando aquéllas con alta demanda entre la población andaluza y gran incidencia en cuanto a la eficiencia energética y el uso de fuentes más sostenibles en la región, elementos clave para afrontar el reto de la transformación del sistema energético andaluz, haciéndolo más eficiente y respetuoso con el medio ambiente.

Las ayudas para el autoconsumo, que ahora se amplían con 3,7 millones de euros, han sido de las más solicitadas dentro de la línea Construcción Sostenible, lo que conllevó el agotamiento de los fondos disponibles.

Texto: Ayer&hoy, Juan Moral, O.C.R.
Fotos: Ayer&hoy, Pixabay