La galeruca del olmo, de nombre científico «Xanthogaleruca luteola Müll, Pyrrhalta luteola Müll», es un coleóptero perteneciente a la familia «Chrysomelidae» que se alimenta tanto en estado larvario como adulto de hojas de olmo, es por ello que constituye una de las principales plagas defoliadoras de la masa arbórea en la ciudad de Jaén. Las especies de olmo más asiduamente atacadas por esta plaga son «Ulmus pumila», «Ulmus minor» y «Ulmus umbraculifera».

El Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento basa la lucha contra esta plaga en un programa de manejo integrado que implica incorporar prácticas culturales adecuadas, muestreo regular del ciclo y sus umbrales, utilización de los productos químicos menos agresivos y realización de tratamiento de corteza o de copa con insecticidas sistémicos o de contacto. Entre los primeros cabe destacar la eliminación de ramas secas durante el invierno, es decir, desterrar la práctica de poda a partir de primavera, ya que esto favorece la posible entrada de insectos en la madera. En cuanto a los tratamientos químicos se realizan tanto en la copa como en la corteza y cada paso se da apoyado en los muestreos que confirman el momento adecuado para poner en marcha estas medidas.

Estos tratamientos coinciden con el primer descenso de las larvas para su crisalidación en primavera y se repiten durante los meses de verano y hasta el comienzo del otoño.

«Desde el Ayuntamiento se está poniendo en marcha un sistema de manejo integrado para luchar contra la galeruca del olmo, que es un coleóptero que se alimenta de las hojas de estos árboles», ha asegurado la concejala de Medio Ambiente y Agricultura, Mari Carmen Angulo, que ha dejado claro: «La labor de control implica combatir a estos defoliadores tanto en los parques y jardines municipales como en zonas del casco urbano donde haya riesgo. El éxito de la medida implica que, desde la corresponsabilidad, los propietarios de estos árboles cumplan la ordenanza municipal y apliquen los tratamientos de control necesarios».

Los primeros tratamientos de 2019 comenzaron a mediados del mes de mayo. Los operarios de jardines del Ayuntamiento trabajan en cada ejemplar de vía pública, zonas verdes y parques municipales de la ciudad y la lucha contra la galeruca depende de las generaciones de plaga que aparecen en los árboles. De igual manera, cuando se detectan barrios o zonas con importantes focos de estos insectos, se repiten los tratamientos de forma puntual, con el fin de evitar mayores daños en los árboles y molestias en los vecinos.

El control es posible gracias a un producto autorizado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para tal fin, con lo que se cumple el Real Decreto 1311/212 de 14 de septiembre y las disposiciones que recoge en el Capítulo XI, donde establece el marco para conseguir un uso sostenible de fitosanitarios. Ello implica, por ejemplo, no extender el producto durante la madrugada, con el objetivo de que no coincida con las horas de mayor trasiego en la vía pública.

Para la próxima temporada, el Ayuntamiento de Jaén va a introducir una nueva forma de control de la plaga denominada endoterapia, que consiste en una inyección en el tronco de insecticidas para que se alimente el insecto directamente al atacar la planta. El vuelo de los adultos, hace que el manejo de esta plaga deba enfocarse de forma global y tener en cuenta los ejemplares incluso de las zonas no municipales, dado que pueden constituir una reserva para esta plaga, de ahí que desde la Concejalía de Medio Ambiente y Agricultura se recuerde que, conforme a la Ordenanza de Zonas Verdes de Jaén, es obligación del propietario del árbol que alberga una plaga el tomar medidas que la controle. Y es que La galeruca en un defoliador del olmo bastante considerable, ya que la devora y le confiriere un aspecto de árbol como «quemado». En caso de ataques severos, el árbol ve mermada su capacidad de fotosíntesis y puede alcanzar un serio deterioro. Los adultos normalmente hibernan en las grietas de la corteza del tronco, entre hojarasca seca del suelo o en refugios alcanzados en obras o edificios. En primavera se elevan hacia la copa recién brotada, se alimentan de sus hojas y realizan la puesta. Tras su eclosión las primeras larvas están varias semanas alimentándose de hojas hasta alcanzar su estado de madurez. En este momento descienden por el tronco para realizar la pupa. Pasados unos diez días, emerge el adulto que volando alcanza de nuevo la copa y comienza así el ciclo de la segunda generación.

En Jaén se pueden alcanzar hasta cuatro generaciones, desde el inicio de primavera hasta finales de septiembre. El adulto es de color verde amarillento con bandas negras longitudinales en las alas y las hembras depositan huevos naranja amarillentos en el envés de las hojas, normalmente en grupos de 10 a 30 en filas pareadas. La larva recién eclosionada es negra y conforme se va alimentando, se va aclarando entre verde y amarillo y presenta oscuros tubérculos a lo largo de sus anillos. La larva evoluciona mediante tres estados larvarios hasta llegar a realizar la pupa.