Poco antes de morir en 1700, Carlos II nombró heredero a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, con lo que llegaban a España los Borbones, lo cual resultaba peligroso para potencias como Inglaterra y Holanda, que apoyaron al archiduque Carlos de Austria como candidato al trono español, estallando así la Guerra de Sucesión Española en 1701, conflicto que fue también una guerra civil, pues Castilla, Navarra y las Vascongadas apoyaban a Felipe y la Corona de Aragón a Carlos.
En esta guerra España perdió enclaves estratégicos como Gibraltar (1704), pero se iniciaron negociaciones de paz al romper Inglaterra y Holanda la alianza con Austria al proclamarse emperador el archiduque Carlos (1711). En 1713 se firmó el Tratado de Utrech y en 1714 el de Rastadt, por los que se reconocía a Felipe V rey de España a cambio de perder todos sus territorios europeos fuera de la Península Ibérica.
Felipe V promulgó los Decretos de Nueva Planta, que suprimían las instituciones de gobierno propias de los reinos de la Corona de Aragón (Aragón, Valencia, Mallorca y Cataluña), por su apoyo al archiduque Carlos en la guerra de Sucesión. Además, obedecían a la tendencia centralizadora y uniformadora que Felipe V quería implantar en España. En 1707 se promulgaron los decretos de Nueva Planta de Aragón y Valencia, en 1715 el de Mallorca y en 1716 el de Cataluña.
A lo largo del siglo XVIII los Borbones adoptaron diversas reformas para centralizar y racionalizar la administración del Estado y mejorar la economía:
- Creación de las Cortes de España (1707) con las que desaparecían las antiguas cortes de origen medieval de los distintos reinos.
- División de España en 11 capitanías generales, cuya administración quedó en manos de nuevos cargos como los intendentes y los capitanes generales. Para obtener una visión más real del territorio y de la población, se promovieron censos como el Catastro del Marqués de la Ensenada (1749). El siglo XVIII fue un período de crecimiento demográfico, aunque fue mayor en la periferia.
- El sistema polisinodial de los Austrias fue sustituido por una nueva estructura de gobierno con la creación de las secretarías de Estado, de Marina e Indias, de Gracia y Justicia, de Hacienda y de Guerra.
- Reformas económicas: se creó el Banco Nacional de San Carlos (1782), se fijaron nuevos impuestos, se creó la Lotería Nacional (1763), se intentó una reforma agraria, que nunca llegó a concretarse, se limitaron los privilegios de la Mesta, se amplió el regadío, se fundaron Nuevas Poblaciones en Sierra Morena, se impulsaron las manufacturas con la creación de Reales Fábricas, se mejoraron infraestructuras y se eliminaron peajes y aduanas para impulsar el comercio interior. Para revitalizar el comercio americano se abordó una progresiva liberalización, suprimiendo la política de “Puerto Único” (Cádiz) en 1778. Una de las regiones más favorecidas fue Cataluña por la extensión del viñedo, el auge del comercio y el desarrollo de la industria del algodón.
- Reformas sociales: el intento de modificar ciertas costumbres, como la vestimenta, generó malestar al pueblo, que, al sufrir una crisis de carestía y subida de precios, provocó el Motín de Esquilache (1766).
- Intervención en aspectos internos de la Iglesia para asegurarse su control político y económico. Destaca, en este sentido, la expulsión de los jesuitas (1767) por Carlos III, al acusarles de haber provocado el Motín de Esquilache.
- Reforma del ejército: se creó un nuevo sistema de reclutamiento, los regimientos sustituyeron a los tercios, se creó un ejército permanente organizado en diferentes armas, se construyeron nuevos astilleros y arsenales.
Política Exterior
Aunque al principio se pretendió recuperar algunos territorios perdidos en Utrecht, pronto se reorientaron los objetivos hacia fines más realistas, que llevaron a la firma de los Pactos de Familia con Francia. Con el Primero (1733) se logró el reconocimiento del infante Carlos como rey de las Dos Sicilias. Con el Segundo (1743) el infante Felipe logró los ducados de Parma y Toscana. Carlos III firmó el Tercer Pacto de Familia (1761) por el que participó en la Guerra de los Siete Años (1756-63) y en la Guerra de la Independencia de las Trece Colonias norteamericanas (1775-1783), recuperando Florida y Menorca (recuperada definitivamente en 1802). El estallido de la Revolución Francesa provocó la ruptura de los Pactos de Familia.
En relación a América se promovieron compañías de comercio y se permitió comerciar con las colonias a barcos al margen de la flota de Indias. Se excluyó a los criollos de la administración colonial y se creó el virreinato del Rio de la Plata (1776).
Ilustración y Despotismo ilustrado
La Ilustración es un fenómeno filosófico y literario desarrollado en Europa y América durante el siglo XVIII, también conocido como Siglo de las Luces. Adquirió un especial desarrollo en Francia con pensadores como Montesquieu, Rousseau o Voltaire.
La Ilustración llegó a España con los Borbones, alcanzando su máximo desarrollo con Carlos III, monarca que aplicó el Despotismo Ilustrado, con el que pretendía impulsar reformas de origen ilustrado con el principio de “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. Las vías de expresión de las ideas ilustradas fueron los periódicos, las Academias y las Sociedades Económicas de Amigos del País. Entre los españoles ilustrados destacan el crítico Francisco Cabarrús y el dramaturgo Fernández de Moratín.
Imagen superior: Alegoría del reconocimiento del duque de Anjou como rey de España, por Henri Antoine de Favanne (1704). Wikipedia