El cohete V2 tenía como nombre original Vergeltungswaffe-2 (Arma de represalia número 2) aunque era más conocido como «misil V2» o, simplemente, «V-2». Hitler se entusiasmó con este primer misil balístico, capaz de llegar a más de 300 kilómetros de distancia y ordenó una gran producción para atacar Londres y todo el territorio inglés. Los V2 alcanzaban en su apogeo más de 90 kilómetros de altura, la mayor a la que hasta entonces había llegado ningún objeto construido por el hombre. Sin embargo, estas poderosas armas destructivas diseñadas por Wernher von Braun llegaron demasiado tarde y no cumplieron las expectativas. Fueron calificadas como «demasiado caras, demasiado complicadas y demasiado imprecisas», como sin duda se antoja viendo el procedimiento de lanzamiento paso a paso. Se lanzaron menos de la mitad de los diez mil V2 que se fabricaron, y aunque causaron enormes daños, se considera que tuvieron poco impacto en lo que sería el desenlace de la II Guerra Mundial. El cohete V2 fue el precursor de los cohetes espaciales utilizados por Estados Unidos y la Unión Soviética.