Después de un duro día de trabajo, de horas y horas de estudio, o de una larga semana llena de obligaciones, todos necesitamos descansar y hacer lo que más nos gusta en nuestro tiempo libre. Se pueden hacer muchas cosas, desde ir por la calle a pasear, sentarnos en un banco a tomar el sol, ir al parque y pasar un rato agradable, ir de compras, dar un paseo en bicicleta, ir a tapear a algún bar, ir al cine o al teatro, realizar alguna ruta senderista, ir al parque de atracciones, ver museos, ir a esquiar o simplemente sentarnos a ver la televisión. Son multitudes las actividades que podemos hacer en nuestro tiempo libre, por eso, en el reportaje de este mes os vamos a contar a qué dedicamos los españoles nuestro tiempo libre y nuestro tiempo de ocio.

Cuando hablamos de ocio y de tiempo libre solemos asociar dichos conceptos, sin embargo, aun teniendo relación, se trata de aspectos diferentes. El tiempo libre se define como el tiempo que tenemos fuera de nuestras obligaciones personales y, el ocio, es la forma en que podemos ocupar dicho tiempo libre, implicando la realización de actividades que hacemos de forma libre y voluntaria y nos reporta una satisfacción personal. Por lo tanto, el tiempo libre puede ser utilizado para realizar actividades de ocio o de cualquier otro tipo, como por ejemplo, simplemente descansar. Es decir, no todas las actividades que hacemos en nuestro tiempo libre son de ocio, ya que, para serlo, deben cumplir ciertas características como tener tiempo libre, hacerse de forma voluntaria y que se realiza tras nuestras obligaciones personales.

Entrando un poco más en detalle y viendo algunas diferencias entre ambos conceptos, podríamos decir que el ocio es el tiempo que solemos emplear en el entretenimiento y nuestra satisfacción personal, mientras que el tiempo libre se puede utilizar tanto en ese tipo de entretenimiento como por ejemplo en ir al dentista, hacer algún recado, ir al banco, ir a la gestoría… que se realizan más por necesidad.

Asimismo, el ocio no es un tiempo que utilicemos para la inactividad, sino que lo hacemos para aprovecharlo, a diferencia del tiempo libre, que se puede aprovechar o malgastar.

¿Qué es el tiempo libre y en qué consiste nuestro tiempo de ocio?.- Para definir qué es el tiempo libre lo dividiremos en dos partes, por un lado está la palabra “tiempo”, que es una magnitud física con la que se mide la duración o separación de acontecimientos, y por otro lado la palabra “libre”, que se refiere a todo aquello que no está sujeto a algo. Entonces, “tiempo libre”, es el tiempo que dispone una persona para poder llevar a cabo cualquier actividad que desee realizar estando libre de las obligaciones personales y pudiendo aprovechar ese tiempo en lo que le parezca más adecuado. Por lo tanto, nuestro tiempo libre podemos utilizarlo de la manera que queramos, ya sea para nuestro entretenimiento, para nuestro enriquecimiento personal o simplemente para desaprovecharlo y no hacer nada.

¿Y en qué consiste el ocio? El ocio consiste en dedicar nuestro tiempo libre a actividades que no son de índole laboral ni doméstica, excluyendo cualquier tipo de actividad que se lleva a cabo por obligación o necesidad como por ejemplo dormir o comer. El ocio, aun vinculado al concepto descanso, no debe confundirse con la inactividad o el aburrimiento, sino que consiste en aprovecharlo para llevar a cabo actividades que nos dan satisfacción personal, ya sea hacer deporte, dar un paseo, ir al cine, leer, jugar, ver la televisión…, incluso hay actividades de nuestra vida cotidiana como por ejemplo cocinar, en la que muchas personas emplean su tiempo libre para realizar esta actividad como forma de ocio.

Ya en la Grecia antigua, el ocio era primordial para la búsqueda de sabiduría y la práctica del mejor modo de vida, aunque era un privilegio de muy pocos. Personajes como Platón o Aristóteles pensaban que era fundamental gozar de ocio para dedicarlo a la filosofía y la búsqueda de la verdad a través de la reflexión y la meditación. Ese tiempo al ocio, dedicado principalmente por filósofos, consistía en reflexionar sobre la vida, las ciencias y la política.

El tiempo libre y el tiempo de ocio son necesarios para cualquier ser humano, ya que no fuimos ideados como unas máquinas para solamente trabajar, comer y dormir, sino como individuos con preferencias, hobbies y gustos más allá de nuestras obligaciones. Con ese tiempo que dedicamos a nosotros mismos logramos realizarnos como personas o alcanzamos metas personales para fomentar nuestro desarrollo personal, y podríamos decir que, aprovechando bien nuestro tiempo de ocio, estaríamos ligados a tener una mejor calidad de vida.

El sociólogo francés Joffre Dumazedeir, considerado pionero sobre los estudios de ocio y que se dedicó a investigar y promover un ocio que potenciara el desarrollo personal, ya decía que “el ocio consiste en un conjunto de ocupaciones a las que el individuo puede entregarse de manera completamente voluntaria, ya sea para descansar, divertirse, aumentar sus conocimientos o mejorar sus habilidades de forma desinteresada o para aumentar su participación voluntaria en la vida de la comunidad después de desempeñar sus funciones profesionales, familiares y sociales”.

Asimismo, hay que señalar que la distinción entre las actividades de ocio y las obligatorias no es estricta, y depende de cada persona, ya que, estudiar, cocinar o por ejemplo hacer música, puede ser ocio para unos y trabajo para otros, pues pueden realizarse por placer como por su utilidad a largo plazo y/o eventual ganancia económica.

¿A qué dedicamos los españoles nuestro tiempo libre?.- Seguramente las primeras respuestas que se nos ocurran serán cosas como echarnos la siesta, salir de fiesta o por ejemplo ir a la playa. Son los típicos estereotipos de los españoles, pero nada más lejos de la realidad, es decir, hay gente que hace todo eso sí, pero en realidad los españoles hacemos todavía muchas más cosas. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) es el encargado de realizar diferentes tipos de encuestas a varias miles de personas de diferente sexo y edades para efectuar un barómetro representativo y fiable. Hay que reconocer que en la sociedad moderna actual la mayoría de personas puede que no dispongan de mucho tiempo libre; hay que trabajar, cuidar de los hijos, hacer las tareas domésticas…, pero el estar con la familia, dar un paseo o ver la televisión son las actividades a las que dedican la mayor parte de su tiempo libre los españoles según el barómetro del CIS.
Concretamente a la pregunta: En general, ¿en qué suele emplear su tiempo libre, en los días de diario y fines de semana? El 71 % de las personas lo dedican a estar con la familia, porque la familia es bastante importante y, en España, es un pilar básico de la sociedad española. La segunda opción por la que se decantan los encuestados es por la de dar una vuelta o un paseo con el 66,8 %. Y es que, la expresión “dar una vuelta” es una expresión muy nuestra y muy ambigua, ya que no podemos denominarla con un único significado. Ir a dar una vuelta puede ser salir fuera de casa pero realmente no sabemos qué hacer, ir a dar una vuelta puede ser ir de compras, ir a dar una vuelta puede ser ir a tomar algo con los amigos, ir a dar una vuelta puede ser ir a pasear al parque…, es una respuesta que muchas veces no suele tener un fin concreto.

En tercer lugar, la opción más valorada por los encuestados es la de ver la televisión con un 65,3 %, algo muy típico, ya que, muchas personas al llegar a casa tras su jornada laboral o al llegar el fin de semana prefieren desconectar viendo la televisión.

Tras estas tres primeras opciones, el estar con los amigos se sitúa con un 53 %, algo muy similar a la opción de estar con la familia, ya que a la mayoría de las personas nos gusta pasar tiempo con nuestras amistades. Las siguientes opciones según el CIS son las de escuchar música, con un 40,6 %, y la de leer libros, revistas y cómics con un 40,3 %. En cuanto a la preferencia de escuchar música en nuestro tiempo libre, tal vez el porcentaje no sea del todo real, ya que casi el cien por cien de las personas escuchan música, pero no es algo que se haga de manera activa o consciente, es decir, si nos preguntan qué hacemos en nuestro tiempo libre no la damos como primera opción porque es algo que hacemos más frecuentemente.

Por otro lado, leer libros, revistas y cómics es un buen hábito, aunque difiere un poco lo que la gente responde a lo que realmente hace, ya que las estadísticas como las ventas de libros o los hábitos lectores de la población no suelen tener un porcentaje muy elevado, es decir, no es lo mismo leer de vez en cuando o cuando nos acordamos que hacerlo de forma habitual.

Navegar por internet, utilizar las redes sociales o chatear es la siguiente preferencia de los encuestados con un 36,2 %, pero, ¿es realmente cierto? Decimos esto porque, al igual que mencionábamos anteriormente que escuchar música es algo que hacemos frecuentemente, con esto pasa algo similar. Es decir, navegar por internet, utilizar las redes sociales o chatear es algo que no solo hacemos en nuestro tiempo libre, sino que, estamos en contacto con ello prácticamente todo el día. En España, los casi 43 millones usuarios de internet, pasan una media diaria de 6 horas y 11 minutos navegando por la red, y el 80 % se conectan cerca de 2 horas diarias a sus perfiles de redes sociales, así lo señala el último informe anual Digital 2021 sobre las redes sociales y tendencias digitales de la agencia creativa especializada We Are Social, y Hootsuite, líder mundial en gestión de redes sociales.

Profundizando un poco más sobre este informe, el 45 % de los usuarios de entre 16 y 64 años de edad suele buscar información sobre marcas en las redes sociales y el 40 % las utiliza con fines laborales. En España, casi el 90 % de los usuarios de internet utilizan WhatsApp a diario, siendo la red social más usada en nuestro país seguida de Youtube (89,3 %), Facebook (79,2 %) e Instagram (69 %). Asimismo, el informe señala que, las aplicaciones de chat (96 %), las aplicaciones de redes sociales (95 %) y las aplicaciones de vídeo y entretenimiento (81 %) son las más utilizadas por los españoles. Además, el 82 % de los españoles juega a videojuegos desde cualquier dispositivo, mientras que el 60 % lo hace desde el Smartphone y el 39 % desde un ordenador, es decir, también dedican un alto porcentaje a jugar a videojuegos en su tiempo libre.

Volviendo a los datos del barómetro realizado por el CIS, otra de las actividades favoritas de los españoles a la que dedicamos nuestro tiempo libre es a salir al campo, realizar alguna ruta senderista o ir de excursión con un 33,7 %, seguido de hacer deporte (31,4 %) u oír la radio (30,8 %). Bajando del 30 % nos encontramos con las siguientes opciones: Ir de bares y discotecas (26,2 %), ir de compras (25,6 %), realizar algún viaje (25,6 %) o ir al cine o al teatro –más la primera opción que la última- (20,7 %). En cuanto a la opción de ir de bares y discotecas, pasa algo similar que con otras actividades como escuchar música o el tema de internet, tal vez no con un porcentaje tan alto, pero sí que es un estereotipo muy típico español, por lo que, no lo asociamos como “hacer algo en nuestro tiempo libre”, ya que es una costumbre muy nuestra la de salir a tapear a los bares, comer en restaurantes o tomar alguna copa en pubs y discotecas, por lo tanto, más que tiempo libre es una práctica habitual de los españoles.

Entre las opciones menos demandadas por los españoles (menos del 20 %) se encuentran las de hacer trabajos manuales, visitar museos o lugares de interés, estudiar, jugar a algo, ir a alguna asociación o club, acudir a un concierto o espectáculo musical o ir a algún evento deportivo. En cuanto a los ‘periodos de ocio´ (se entiende como el conjunto de días seguidos, excluidos los fines de semana, dedicados a hacer cosas distintas de la rutina diaria como descansar, viajar, vacaciones, etcétera), el 42,5 % prefiere hacer algún o algunos viajes turísticos, seguido de descansar con un 32,2 %, visitar a familiares sería la tercera opción con un 22,8 %, quedarse en casa con un 21,1 % o visitar a amigos con un 18,7%. Asimismo, a la pregunta: ¿Qué busca en primer lugar cuando tiene la oportunidad de viajar por ocio? El 38,7 % lo hace para descansar y relajarse, seguido del 21,9 % que lo hace para evadirse o romper con la vida cotidiana y, con un 11,1%, que lo hace para conocer otros estilos de vida y lugares.

¿Cómo aprovechar nuestro ocio y tiempo libre?.- El ocio nos puede servir como potenciador para nuestro desarrollo personal, ya que nos permite realizar nuevas actividades y explorar distintos campos que se alejen de nuestro entorno habitual ofreciendo beneficios como mejorar nuestra autoestima y nuestra salud mental y física. Para ello, dejar a un lado nuestra vida cotidiana por unas horas y aprender a convertir el tiempo libre en algo productivo realizando nuevas actividades llamativas y desafiantes que nos hagan salir de nuestra zona de confort nos aportará un crecimiento personal. Asimismo, podemos aprovechar ese tiempo libre para hacer buenas acciones, como por ejemplo participar en alguna acción de voluntariado, es una buena actividad de ocio, ya que fomenta una sensación de bienestar y nos permite mejorar nuestro desarrollo social y nuevos valores morales.

Al fin y al cabo, todo se resume en saber manejar nuestro tiempo libre para alcanzar un equilibrio entre nuestra vida laboral y de ocio. Es más, si nuestra jornada laboral es de 8 horas y dormimos una media de 8 horas, nos quedan otras 8 horas de tiempo disponible, ¡Aprovechémoslo!.

 

El sonido del silencio

En la época estival, normalmente, se dispone de algo más de tiempo libre; otra cosa es que cada cual sepa gestionar, de modo óptimo el mismo con el fin de “desconectar” de los quehaceres diarios y el frenético ritmo de vida que solemos llevar todos en invierno.

En este último año todos hemos sufrido, de un modo u otro, las causas de la pandemia, pues salir lo justo y temer el contagio del “bicho” ha hecho mella en los hogares, algunos con ertes y/o desempleo… Por ello es necesario gestionar el tiempo libre que tenemos para ganar en salud física y mental. De obligado cumplimiento.

Ahora viene un dilema, pues existe un buen número de personas que, pasados los cuarenta, no son “grandes amantes” del deporte, a nivel general, pero que necesitan una vía de escape para poner en orden tanto su salud física como emocional (muchos meses de incertidumbre laboral, desgaste diario, miedo al contagio). la pregunta es sencilla: ¿cómo desconectamos un poco?

En el caso de un servidor, cuyo ímpetu va más allá de ver series a deshoras y dar un paseo por el campo, una de las “evasiones “ en las que me vuelco en los ratos de ocio, fotografía aparte, es la navegación en kayak, siempre que mi tiempo me lo permite; cualquier excusa es buena para botar mi pequeña embarcación (de iniciación y de segunda mano) para hacer unas cuantas millas náuticas, y disfrutar de una de las sensaciones más placenteras que puede descubrir el ser humano: el maravilloso sonido del silencio.

Una vez “escapas” de la orilla y tu nave pasa el rompeolas, dejas el bullicio del devenir diario, y te sientes libre, al menos, por una fracción de tiempo indeterminada: aquí no hay pobres ni ricos, ni clases sociales, sólo está el mar y tú. Hombre contra naturaleza, un remanso de paz con el horizonte como único testigo.

Si navegas a primera hora de la mañana, en completa soledad, el paisaje diáfano ayuda mucho a estimular la inteligencia intrapersonal, que no es otra cosa que conocerse/encontrarse con uno mismo. En ese momento, a media milla náutica de la línea de tierra, sobrecoge ese momento de tranquilidad que llena tu mente: entre el sonido del silencio, en completa soledad, surca una leve brisa que acaricia el rostro, la cual está perfectamente ligada por sus compañeros de viaje: las olas que tocan la proa y las gaviotas que se posan en las boyas cercanas. Algo que hay que vivir, inexcusablemente.

Bien es cierto que un día nublado sobrecoge, pues la sensación de estar solo en el mar, con algo de marejada y poca luz puede ser, cual menos, de cierta incertidumbre. Se puede entender la mítica expresión de Astérix y Obélix (que el cielo caiga sobre nuestras cabezas), pero pasados unos instantes se disfruta mucho más que un radiante sol de mañana y con mejor temperatura. Toca volver a tierra: dejamos atrás las gaviotas, el horizonte azulado y los barcos cercanos. Atracamos, y vuelta a casa; pese al esfuerzo ha merecido la pena. Hemos sido libres por apenas dos horas, sin hipotecas, problemas laborales, pandemia, gracias al esparcimiento del mar y a los sonidos del silencio.

Texto y fotos: Manuel Miró

 

Texto: Ayer&hoy Fotos: Pixabay