Pasear y perderse por Salamanca es recorrer la historia del Siglo de Oro español. Ciudad con un gran legado literario y artístico y un gran patrimonio histórico, es la ciudad universitaria de Castilla y León convertida en destino imprescindible para turistas nacionales e internacionales. Su movida vida nocturna y sus impresionantes monumentos convierten a Salamanca en un lugar ideal para pasar un fin de semana.

Salamanca es una ciudad que se recorre perfectamente en un día, pero si quieres saborear sus rincones y su gastronomía lo mejor es pasar en ella un fin de semana.

En un recorrido de dos días podemos empezar dando un paseo por la plaza Mayor y observar los detalles de sus medallones. Después nos acercamos a la Universidad, en la que se pueden visitar estancias únicas como la biblioteca antigua, los claustros o el Cielo de Salamanca.

Frente a la Casa de las Conchas encontramos la Universidad Pontificia y la iglesia de La Clerecía; desde las torres de La Clerecía podemos descubrir una panorámica espléndida de la ciudad.
Continuamos el paseo con la visita a las catedrales. Después completamos esta visita con la subida a través de la exposición Ieronimus, a las Torres Medievales de la Catedral. Es uno de los lugares imprescindibles porque nos ofrecen vistas únicas de los templos y de la ciudad.

Seguimos descubriendo la ciudad. El Museo de Automoción, situado en la antigua Fábrica de la Luz, muestra una fabulosa colección de vehículos y objetos a través de los que podemos observar la evolución estética del automóvil.

Para cenar podemos decantarnos por una ruta por varios bares de tapas. Después, los más tranquilos pueden dar un paseo nocturno por el centro de la ciudad para disfrutar de los edificios iluminados.

El segundo día podemos iniciarlo con una visita al Convento de San Esteban, iglesia dominicana en la que Colón buscó el apoyo ante los Reyes Católicos. Frente a él, el Convento de las Dueñas, con un bellísimo claustro, dos espacios cargados de leyenda. Al lado, en la calle San Pablo, se encuentra la misteriosa Cueva de Salamanca.

Por la tarde visitamos el Museo de Art Nouveau Art Déco, emplazado en un palacete modernista, o quien lo prefiera el Domus Artium, el centro de arte contemporáneo ubicado en la antigua cárcel provincial. Continuamos el recorrido visitando alguna de las pequeñas iglesias de la ciudad y paramos en el famoso Café Novelty, un lugar con historia, frecuentado por tertulianos, ganaderos, estudiantes… En verano se pueden ver largas colas de gente frente al establecimiento para probar sus helados.

De visita obligada

Lugares y experiencias que no defraudan

Ieronimus. Es poder entrar en las entrañas de las catedrales, la románica y la nueva y asomarse a sus estancias más íntimas como si fuera nuestra propia casa. Un paseo por las Torres de la Clerecía. Junto con las de la Catedral, son las otras torres emergentes. Forman parte de la más selecta colección de Torres de Europa y del Mundo.

La Casa Lis. Un espacio para soñar. Color, luz, cristales, joyas, muñecas, criselefantinas… Un palacete muy especial que guarda en su interior la esencia del Art Déco Art Nouveau.

Cueva de Salamanca. El misterio y la aventura del saber, de lo que hay más allá de lo que se ve. Física cuántica ya en el S.XVIII.

Huerto de Calixto y Melibea. El amor, la pasión, la vida y la muerte. El pozo, el paseo, el jardín, son imágenes para recitar a media voz, para el encuentro, los mensajes. Café Novelty. El Novelty, en la plaza Mayor, es el rincón que eligió, entre otros muchos personajes famos, don Miguel de Unamuno para ver desde él pasar el mundo, como el turista verá pasar la vida de esta ciudad que vive tanto en el pasado como en el futuro, tanto en el día como en la noche.