Raúl Buendía no es solo un campeón nacional de boxeo, es también un virtuoso con la pluma, los fogones y amante de la literatura. A sus 43 primaveras, este jienense ha situado a su tierra en un lugar preferencial del mundo del boxeo, algo inconcebible hace apenas dos décadas… un “todo terreno” con “mecha” para lidiar con letras, guantes y el mundo editorial. Conozcamos al deportista y su persona: un chico de barrio, que creció con los filmes de Rocky Balboa de los 80, sintiéndose como “el potro italiano” cuando encajaba los golpes del temido “Iván Drago” cuando alcanzó su Cetro personal en el mítico combate de 2012, arropado por el clamor de sus paisanos.

“La máquina de la verdad pone a cada uno en su sitio”

Pregunta.- Nos gustaría, lo primero, conocer a la persona, ese chico de Jaén, de barrio, que batalló duro para conseguir su sueño…
Respuesta.- Desde siempre quise ser boxeador; cuando acabé el instituto mi padre me propuso irme a estudiar a Sevilla, pero deseché tal idea, diciéndole que quería irme a Madrid para aprender boxeo. Al principio fue reacio con mi idea, pero después lo entendió.

Ya en la capital aprendí de la mano de Miguel Sánchez Galán, mi maestro (que en paz descanse), para después volver a mi tierra y seguir entrenando con Antonio Sánchez, responsable del éxito de grandísimos boxeadores…, y aquí sigo, ligado al ring.

P.- En sus primeros años como boxeador no había tantos medios digitales como ahora para publicitar el deporte; la radio y la prensa escrita fueron sus aliados. ¿Se sintió respaldado como deportista por los medios de comunicación en aquellos tiempos?
R.- Siempre me sentí muy respaldado por la prensa de la época; es complejo ser profeta en su tierra, pero en mi caso es así: radio, prensa escrita… me han tratado con un cariño, un respeto y un apoyo incondicionales, desde locutores hasta los redactores, pasando por los fotógrafos. Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia este colectivo, máxime cuando antaño la promoción del deportista dependía totalmente de la prensa, en el mundo predigital.

P.- Campeón de España de boxeo (peso súper medio) en 2012: ese 19 de junio se hizo realidad uno de sus sueños, ¿cómo se sintió alcanzando tal meta?
R.- Fue una noche mágica: conseguí un título nacional en mi tierra, y también traer el mundo del boxeo a Jaén, increíble.

Montar un evento de más de 1.500 personas en Jaén supuso un trabajo brutal, y se consiguió gracias al apoyo de incondicionales como mi hermano, mi socio, el árbitro internacional Paco Ávila… Aquella noche no podía perder: sentí el apoyo del público, sentí que todo el mundo me empujaba en cada golpe para conseguir el Cetro Nacional. Siempre quedará en mis recuerdos este broche de honor a mi carrera.

P.- Como deportista, ¿qué cree que ha aportado al mundo deportivo de nuestra ciudad?
R.- Sin duda, poner a Jaén en el mapa del boxeo español: conseguí que cualquier persona del mundo del cuadrilátero conozca nuestra tierra, pues he sido el único andaluz “de pura cepa” en ganar el campeonato nacional en peso súper medio. Hoy día, dicha labor la están continuando mis alumnos, como Marta, estando en la selección (y medalla en el europeo), o Carmen, subcampeona de Europa. Nuestra escuela es una bandera de la buena técnica a nivel nacional ante el boxeo olímpico.

P.- Rompamos un tópico: ¿boxeo y agresividad van unidos, o por el contrario es un deporte de caballeros?
R.- Boxeo y agresividad… qué bien que ha envejecido la palabra sexualidad y lo mal que ha envejecido la palabra violencia; se ha tomado con connotaciones negativas en mi disciplina, el boxeo es un deporte de caballeros, que acatan sin dudar las órdenes del réferi para ir a su esquina del ring. Cuando el boxeador está a punto de tumbar al otro y el árbitro le manda el stop, se frena todo. Es un deporte de acción, pero regido por normas.

P.- ¿Jaén cuenta con jóvenes promesas del boxeo? ¿y qué papel juega el sexo femenino?
R.- Obviamente, tanto en masculino como en femenino. Como hemos hablado antes, las mujeres tienen un papel crucial en nuestro club: para muestra los títulos internacionales (al margen de los nacionales) logrados por algunas de mis alumnas; cuando una chica se propone ser algo, no lo dudes que lo va a conseguir.

P.- De los guantes, pasa usted a la literatura; ¿qué es más duro, un púgil o un papel en blanco?
R.- La literatura es un mundo con luces, pero con muchas sombras y demás dobleces, pues se encuentra muy mediatizado: es como la música, las grandes empresas pretenden rentabilidad, anteponiendo estilo y calidad. Es un nicho complicado, y se echa de menos la simplicidad del boxeo, donde al final el Ring, la “máquina de la verdad” pone a cada uno en su sitio; eso sí lo echo de menos, pero poco a poco vamos trabajando con la ilusión de conseguir algo en el terreno de las letras.

P.- Recuerdo perfectamente una tarde de mayo del año 2010, donde realizamos una sesión fotográfica en la rotonda de la universidad, posando entre guantes y fogones previos, ¿con qué se queda de aquella etapa, en la que lidiaba con los entrenamientos y la cocina?
R.- Fueron 10 años de auténtica locura: entrenamientos duros y de muchas horas, llegaba tarde al trabajo, terminaba tarde… y llegaba a casa para prácticamente tumbarme.

Pude compaginar todo aquello gracias a estar en mi entorno más cercano. Mi exmujer, Mari Carmen Robles, era el apoyo de la familia y hacía posibles mis ausencias en casa, y mi socio, Miguel Ángel Oya, que me apoyó en todo momento cuando yo faltaba en el negocio.

P.- Cuéntenos sus inicios como escritor, ¿qué “gusanillo” le impulsó a ello? Deme unas breves pinceladas sobre sus publicaciones.
R.- La gente me pregunta que por qué se me da tan bien boxear: pienso que no tengo ningún don para ello, pues ha sido todo fruto del trabajo y de mi capacidad de entrega para este deporte; lo que se me da bien, de manera natural, es la escritura.

Entre mis publicaciones destacaré mi último libro, ‘Fósforo, carne y fluidos’, un ensayo filosófico sobre temas vitales que nos preocupan a todos, que toca la fibra del lector al que le apetece algo distinto a lo puramente comercial. También tengo un blog en WordPress (Raúl Buendía escritor), en el cual publico semanalmente escritos en primera persona.

P.- Vamos al presente inmediato. Cuéntenos en qué proyecto literario está inmerso.
R.- Un proyecto un tanto paranoico: llevar a una historia plausible del Antiguo Testamento a la actualidad. Va para largo porque es bastante complejo…

P.- Finalicemos un objetivo a lograr, a medio-largo plazo en el campo del deporte.
R.- Preparar un gran final de mi etapa de deportista profesional, que dará mucho que hablar, y atender la gran cantera de calidad que tenemos en el “Sugar Ray Jaén”.

Texto y fotos: Manuel Miró